Para la aldea de Bulgari, en la montaña Strandzha, el 3 de junio es una fecha sagrada. Cada año en la bella aldea se reúnen miles de personas para vivir la magia de uno de los más antiguos y difíciles de explicar ritos en Bulgaria, el baile de los nestinar interpretado sobre ascuas vivas. El rito de los nestinar es una de las prácticas religiosas más impresionantes y poco conocidas en Bulgaria. La tradición de los nestinar figura en la lista del patrimonio no material de la UNESCO. El rito antiguo se conserva hoy en día solo en cinco aldeas en Strandzha: Kostí, Kondolovo, Gramatikovo, Slivarov y Bulgari. Por primera vez, el rito fue documentado por escrito en 1862 por el poeta Petko Slaveikov.
En Bulgaria se respeta la antigua fecha de interpretación de todo el rito y el baile sobre ascuas vivas del 3 de junio, el día de San Constantino y Santa Elena según el calendario juliano. El rito pagano transmitido desde la antigüedad está entrelazado con el cristianismo mediante la leyenda de los dos santos. La continuidad cultural que se conserva en Strandzha es la causa por la cual este rito de la época de los tracios ha conservado sus principales rasgos hasta nuestros días
Sobre las ascuas vivas bailan solamente los ilustrados de quienes se ha apoderado el espíritu de San Constantino. Ellos susurran oraciones para salud y perdón de los pecados, y a veces adivinan en futuro. Veselina Ilieva es tal vez la bailadora nestinar más anciana de Bulgaria y cuenta que, si ben Strandzha es la cuna del mágico rito, hay iluminados por todo el país.
“No están solo en Strandzha. Los hay por todas partes y bailan. No vienen aquí porque la aldea de Bulgari es como una universidad en que uno debe acceder para poder bailar en este enorme fuego”.
Veselina Ilieva entra en las ascuas vivas cada año. Comenzó a bailar de repente a los 40 años de edad. Entonces cantaba en un grupo folclórico que interpretaba canciones de Strandzha.
El baile de los nestinar se interpreta cuando se ponga el sol. Los nestinar visten camisas blancas. Se oye únicamente el sonido monótono del tambor. Los nestinar bailan alrededor del círculo de fuego llevando iconos en la mano e inesperadamente entran en las ascuas vivas y las pisan como si fueran protegidos por la fuerza de los santos de los iconos. A veces apenas tocan el suelo otras veces pisan sobre las ascuas vivas y las apagan. Sus rostros son pálidos y sus ojos casi cerrados. Parece que su conciencia está en otra parte.
“El fuego no puede ser superado. Uno puede atravesarlo o no - dice el nestinar más joven Georgi Iliev. Uno debe superar el miedo y limpiarse psíquicamente de todo y excluir el mundo externo”.
Georgi tiene 32 años y proviene de una familia de bailadores nestinar, creció con los secretos de este rito transmitidos de generación a generación como una tradición familiar.
“El rito de los nestinar se conserva como tradición. La tradición fue interrumpida durante las persecuciones contra los cristianos por parte de la iglesia que al principio no lo aceptó como una costumbre cristiana. Con el andar del tiempo los ancianos de la aldea recuperaron todo y esperamos que la tradición no terminará con nosotros”.
Georgi cuenta que los viejos nestinar sentían quién podría continuar la tradición. “Uno debe sentirlo en el alma”, agrega su abuela Milka.
“Si tengo la fe entro en el fuego. Uno debe creer. Primero debe creer. La fe es lo que te ayuda a seguir el ritmo”.
La fiesta de los nestinar en la aldea de Bulgari arranca por la mañana cuando comienza la procesión con los iconos de la iglesia local “San Constantino y Santa Elena”. La procesión transcurre bajo el son de las melodías del baile de los destinar, continúa hacia la localidad sagrada para los destinar, Vlajov dol, donde los iconos son santificados y se interpreta la ronda típica búlgara, joro. El fuego se enciende en las primeras horas del mediodía para que se vaya extinguiendo y esté listo para los bailes de los nestinar por la noche.
Versión en español por Hristina Taseva
Fotos: BULFOTO