Serbia y Montenegro podrían ser aceptados en la Unión Europea en 2025 si cumplen con todas las condiciones. Esto prevé la estrategia de la Comisión Europea para una perspectiva fiable y un mayor compromiso de la UE con los Balcanes Occidentales. La estrategia establece que todos los países de la región deben superar inequívocamente el legado del pasado, resolver sus desacuerdos con sus vecinos y reconciliarse con ellos. La Comisión Europea quiere de Serbia y Kosovo una solución integral y jurídicamente vinculante de los problemas bilaterales. Respecto a Albania y la República de Macedonia, está preparada para recomendar que empiecen las negociaciones para su adhesión a la UE en 2019, según las condiciones.