Los prados verdes alrededor de la pequeña estación de trenes de Avrámovo, la más alta en la región de los Balkanes, serán el escenario de un festival titulado Junto a la Vía Estrecha. El evento tendrá lugar el domingo, 12 de agosto, y el iniciador y organizador principal es la Asociación Civil “Por la vía estrecha”.
Cinco años atrás, un joven de 18 años empezó una batalla con las instituciones para conservar la línea ferroviaria de Septemvri–Dobrínishte, en el macizo Ródope. Fue el inicio de un movimiento civil cuyo objetivo es preservar y promocionar esa vía angosta y desarrollar su potencial turístico. Aquel adolescente, Kristián Vaklinov, es fundador y presidente de la Asociación “Por la vía estrecha”.
La idea principal es la de proteger esta riqueza que tenemos, el ferrocarril de vía estrecha –explica Kristián– . He podido convencerme de que, popularizando la historia relacionada con ella, esta causa gana aún más partidarios. Yo mismo nueve años ya que viajo por esta línea como turista, y he aprendido una serie de cosas. Su construcción se inició en 1921 pero el proyecto de conectar la estación de Septemvri con la región de Vélingrad surgió a principios de 1916. Las obras se realizaron por etapas, hasta el 9 de diciembre de 1945, cuando fue inaugurado el último tramo, desde Bansko a Dobrínishte. La línea tenía que llegar hasta el Egeo pero la idea no se materializó. En 5 horas y recorriendo 125 km la vista del viajero se recrea en lugares naturales e históricos magníficos. En lo técnico, la línea atrae con los múltiples zigzagueos que describe superando el relieve montañoso. Desde el punto de partida, junto a la estación de Avrámovo el desnivel rebasa los 1.000 metros. Hasta donde yo sé, es algo único a escala mundial. Avrámovo está a 1.267 metros de altitud. Otra riqueza es el hecho de que la línea conecta, en la práctica, a tres áreas etnoculturales: Tracia, Ródope y Pirin. Este viaje de 5 horas es una cita con diferentes destinos, estilos de vida y cultura. Estoy feliz de que cada vez más gente aprecia este patrimonio.
Avrámovo es un pequeño pueblo serrano situado en una colina a uno de los lados de la estación, al otro lado está la aldea de Pashovi. La estación de trenes está en los prados entre las dos aldeas; este es el centro del Collado de Avrámovo. Ante los ojos se abre un hermoso panorama hacia los picos rocosos de las montañas. Si el festival llega a convertirse en una tradición –como es la intención de los organizadores– , hay espacio de sobra para todos: artistas, público, comerciantes itinerantes que ofrecen a la gente comida, artesanías y tantas cosas más.
Kristián comenta que ha organizado varias fiestas junto a la vía estrecha para así motivar a la gente a viajar con el trencito y disfrutar del espléndido paisaje natural. El inminente festival, que continuará durante todo el día, también se organiza en apoyo de esta causa.
Esperamos muchos visitantes, y los artistas vendrán de todo el país –agrega el joven entusiasta–. Organizamos la reunión con la ayuda de las municipalidades de Vélingrad y Yakoruda, así como de los Ferrocarriles Estatales Búlgaros. Esperamos a un gran número de artistas aficionados de los municipios y las poblaciones por donde pasa la vía, así como participantes de las casas de cultura y de los clubes de danza folklórica de las provincias de Blagoevgrad, Plovdiv, Krúmovgrad, Asénovgrad, Péshtera, Pázardzhik y Razlog. Habrá gaiteros de Péshtera y Smolan... Será un festival muy colorido, y en el centro del evento estará el trencito.
Kristián se siente satisfecho y feliz por todo lo que ha hecho por el ferrocarril de trocha angosta. Siguiendo su ejemplo, muchas personas han empezado a luchar contra la injusticia en diferentes esferas de la vida.
No son pocos los jóvenes en Bulgaria que han perdido la esperanza para el futuro, están desilusionados. Lo mismo se puede decir para la generación de nuestros padres. El darme cuenta de que puedo influir en los demás, hacerles confiar que son capaces de cambiar el mundo que les rodea me impulsa a trabajar con más inspiración y activamente en esta dirección. El hecho de que tantos artistas han aceptado participar en el festival es una prueba de que nuestra causa es realmente importante para muchas personas, concluye diciendo Kristián Vaklinov.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal
