En 1847, en uno de los barrios de la ciudad de Gabrovo, en la familia de Hristo Ivanov Bankov - hombre avispado de una antigua familia local, y maestro de eminii (zapatillas) - nacía el segundo hijo de la familia, Hristo. La suya era una numerosa..
En una ciudad antigua, marcada por las huellas de tracios y romanos, la mirada del artista mirada se posó en una criatura angelical y él quedó cautivado para siempre. Él sería su fiel admirador y protector, y ella, su inspiración y el refugio de su alma...