Este año hemos tenido un verano atípico, de abundantes lluvias, lo cual no ha impedido que sea, por tradición, la estación de mayor consumo de cerveza. El creciente número de productores artesanales de cerveza casera en el país no se pierden ninguna oportunidad  de popularizar su hobby.

Tras el festival BeerRelation a mediados de junio, en el que se reunieron productores artesanales de cerveza y coleccionistas de todo el país, el 26 de julio se celebró la segunda edición del Concurso de la Cerveza Artesanal, organizado por la Asociación de Cerveceros Artesanales.

Un prestigioso jurado se encargó de la difícil tarea de seleccionar la mejor de las muchas cervezas caseras presentadas en cada una de las cuatro categorías: Weizen, Bitter Especial, Stout Dulce y Pale ale Americana. Aparte de ello se hizo degustación de 16 cervezas caseras. Participaron en el concurso 50 cerveceros de Bulgaria, Polonia y Eslovaquia.

Svilen Kirilovski, miembro del jurado, expone los criterios aplicados, al evaluar la cerveza artesanal.

“Los criterios aplicados han sido según el programa  BJCP, esto es  Beer Judge Certification Program, que recoge los criterios mundiales para los diferentes estilos de cerveza. Hemos valorado las cervezas según los criterios de espuma, aroma, sabor, y hemos determinado si tal o cual cerveza cabía en determinado estilo o bien en el estilo libre. Puedo informar que los cerveceros artesanales reunían los criterios de estos estilos. Es una tendencia positiva el que los cerveceros artesanales de Bulgaria se atienen al BJCP”.

El jurado, con participación extranjera en la persona de Martin Feck y Peter Bognar, determinó las cervezas ganadoras en las diferentes categorías: Vratza Weizen de Danail Dilov en la categoría de Weizen/WeissBier, Special Bitter 12* de Stanislav Soroka de Eslovaquia en la categoría de Bitter Especial; Milk Scout de Jan Krishiak de Polonia, en la categoría de Scout Dulce y Oroynator Citra de Martin Zich, de Polonia, en la categoría de Pale aleAmericana. Estas cuatro cervezas compitieron por el título de Gran Campeona, que a finales de cuentas recayó en la cerveza Weiss de Danail Danailov.

En el estilo libre, en que compitieron 16 cervezas artesanales, triunfó el polaco Jaroslav Krawchik con su Ligt Cocoa.

El público también participó en la evaluación votando a los mejor diseños de etiqueta de cerveza casera. Optó por premiar la etiqueta creada por Yordan Chenkov. Con seguridad la degustación, organizada por la Asociación de los Cerveceros Artesanales y los participantes extranjeros de Eslovaquia, también aportó a la benevolencia del público.

Del magnífico estado de ánimo de público y de los participantes se puede concluir que la cerveza casera tiene buen futuro en Bulgaria y no sería de sorprender si pronto ésta empezase a competir seriamente con las cervezas de producción industrial para atraer la atención de los consumidores búlgaros. Comparte esta opinión también Svilen Kirilovski:

“Creo que la cerveza artesanal búlgara experimentará un auge de aquí a un año, ya que, además de las tres empresas de producción de cerveza artesanal, Bial Shtark, Divo Pivo y Glarus, aparecerán al menos dos o tres nuevas. El próximo año observaremos su desarrollo. Es el futuro que nos espera. La gente ya está cansada de las cervezas convencionales que encuentran en las tiendas y busca nuevas”.

Después de finalizar la competición quedó claro que el objetivo de la Asociación de los Cerveceros Artesanales es que el año que viene sean atraídos muchos participantes nuevos, sea ampliada la participación extranjera y sea popularizado el concurso más allá de las fronteras de Bulgaria.

Se espera que esto se haga realidad, porque en nuestro país cada vez más personas buscan cerveza de calidad, sabor, estilo y aroma diferentes, y éste precisamente es el territorio de las cervezas caseras.

Aquí surge la interrogante si tiene sentido ser un joven cervecero artesanal en Bulgaria y si se puede ganar de esta ocupación. Lamentablemente, la preparación de cerveza en casa puede ser sólo un hobby, ya que las leyes que regulan la producción han sido diseñadas de acuerdo con las necesidades de las grandes empresas cerveceras que se han impuesto en el mercado y producen cantidades industriales de esta dorada bebida. Para un cervecero casero es casi imposible cumplir con esos requisitos. Por esta razón, la cerveza casera todavía no se ha convertido en producto de masa. Hace falta introducir cambios en la ley que permitan que la producción de los artesanos llegue al consumidor final. Sólo así los artesanos empezarán a ganar dinero de este hobby suyo. Los productores caseros opinan que en el Parlamento búlgaro se debe crear un club de los amantes de la cerveza a semejanza del que existe en el Parlamento Europeo en Bruselas. Esto podría contribuir a resolver el problema. 

¿Cuál es para mí la mejor cerveza? ¿Puedo compararla con la cerveza casera? Son preguntas que todavía esperan su respuesta.

Sin lugar a dudas, es la cerveza belga. Si debiera distinguir un estilo particular de cerveza que más me gusta, diría que mi tipo de cerveza favorito es el llamado Lambic (de frutas). Es una cerveza que se produce en la región de la capital Bruselas debido a las especiales levaduras silvestres que se dan solo en esa zona. Aún no he tenido la oportunidad de probar este tipo de cerveza producida por los cerveceros caseros búlgaros, pero espero que esto suceda pronto. De las cervezas que pude probar durante el concurso, quedé muy impresionado por la stout de Bozidar Alexandrov y Dimitar Georgiev, y también la Indian pale ale del Presidente de la Asociación de Cerveceros Artesanales, Temelko Pampov.

El segundo concurso de la cerveza artesanal demostró que la micro cervecería búlgara está ganando popularidad, y que el número de los dispuestos a dedicarse a esta producción no deja de crecer. Iniciativas como esta ayudan a fomentar la cultura cervecera de los búlgaros.

Versión en español Raina Petkova, Ruslana Valcheva, Ekaterina Bobeva