En los días de las magnas festividades cristianas los monasterios y templos de Bulgaria se van colmando de numerosas personas. Algunas de ellas acuden movidas por su profunda fe, otras lo hacen empujadas por superstición o mera curiosidad, otras más se acercan impelidos por su afán de conocimientos y así cada año que pasa los peregrinos se vuelven cada vez más numerosos. Hay entre ellos también un buen número de extranjeros atraídos por la hermosura de los lugares sagrados de Bulgaria.

Del  total de 170 monasterios en Bulgaria, unos 70 se encuentran en el territorio de la diócesis de Sofía, unidos bajo la denominación común del Santo Monte de Sredets. Rodean formando un círculo a la capital de Bulgaria, se encuentran ubicados en las faldas de las montañas Vítosha, Stara Planina, Liulin y Lozen y en vecindad inmediata a Sofía. Por esta razón desde hace varios años, el Ayuntamiento de Sofía y la Facultad de Teología de la Universidad de Sofía “San Clemente de Ohrid” vienen centrando sus esfuerzos en diseñar rutas de peregrinaje a esos lugares. Gracias a esta iniciativa cada vez más búlgaros, e igualmente, extranjeros visitan el  Pequeño Santo Monte de Sofía a pesar de que, según señala el guía turístico Gueorgui Todorov, queda aún mucho por hacer en esta esfera para que estos lugares sagrados ocupen su puesto en el mapa.

Desde luego, cada persona que llega a  Sofía se va primero a ver las curiosidades principales de la ciudad: la iglesia de Santa Sofía, la Catedral “San Alejandro Nevski”, la rotonda de San Jorge, la Iglesia “Sveta Nedelya”. Por ejemplo, los turistas serbios veneran a sus santos y es muy importante saber que en Sofía, en  la Iglesia “Sveta Nedelya” descansan los restos mortales del Santo rey Stefan Milutin. Cada año, en vísperas de la fiesta patronal de este santo, el 29 de octubre, quitan la camisa que él lleva  puesta y la cambian por otra nueva. La camisa vieja se hace pedazos y los trocitos se reparten entre los peregrinos. Esto podría convertirse en un momento clave de la cartelera del turismo religioso de Sofía y aquí se podrán reunir miles de peregrinos de Serbia, de Bulgaria y , por qué no, de otros países cristianos ortodoxos. Es que se trata de un santo reconocido como tal en todas partes. Trocitos de la camisa del  Santo rey Stefan se podrían poner en pequeños iconos que los peregrinos podrían, de regreso llevarse a casa.

El templo “Sveta Nedelya” es también una de las iglesias más hermosas de Sofía, construida en el siglo X. Su nombre inicial iba en griego, se llamaba Kyriaki y significaba “El día del Señor” y también  Nedelya, en búlgaro. Los restos mortales del santo serbio que, en vida, mandó construir numerosos monasterios e iglesias, fueron trasladados  a Bulgaria durante la epidemia de peste en el año 1460. En 1863 fueron expuestos en la iglesia Sveta Nedelya y, debido a este hecho, la gente la fue llamando durante mucho tiempo la iglesia del Santo Rey. Según Gueorgui Todorov un buen número de los templos de Sofía se pueden situar al lado de los monumentos del patrimonio universal. Destacan entre  aquéllos la Catedral “San Alejandro Nevski”, la iglesia de Santa Sofía y la Rotonda de San Jorge.

Son todas ellas reliquias emblemáticas, colmadas de historia y santidad, de nuestro patrimonio cultural, resalta el guía turístico. Nos referimos en muy reiteradas ocasiones  a la Iglesia de San Pablo, en Londres, la de San Pedro, en Roma, la de Santa María del Fiore, en Florencia. Si  las comparamos por sus calidades objetivas, veremos que la Catedral  “San Alejandro  Nevski” aparece como uno de los logros máximos de la arquitectura neobizantina. En el mundo entero, a finales del siglo XIX y a comienzos del XX, los constructores de templos retomaban este estilo y procuraban recrearlo en todas partes a medida que iban aprendiendo. Al final, la construcción de la catedral “San Alejandro Nevski” resultó una obra maestra de la arquitectura neobizantina. Desde la época del Bizancio no se ha conservado obra tan excelsa como arquitectura exterior y así la  catedral búlgara es una de las perlas de aquella época. Este hecho, lamentablemente, sigue ignorado, porque uno sólo se fija en las cosas sobre las que ha leído y se ha informado. Por esto debemos encauzar la atención de quienes visitan Sofía para que hagan una comparación entre esta edificación y templos del estilo gótico, de arquitectura antigua, templos helenos, etc. Así la gente podrá darse cuenta de la evolución que ha tenido la idea sobre la construcción de un templo. La cúpula sugiere la idea perfecta sobre Dios. El saber ofrece la noción general y por ello hay que leer toda la información disponible sobre los diferentes templos en el mundo para poder apreciar lo valiosos que son nuestros templos.

Versión en español por Mijail Mijailov