El elemento químico antimonio ya quedará asociado con la búlgara María Spasova, porque su nombre se ha introducido bajo el número 51 en el sistema periódico para jóvenes químicos. Se trata de una lista honorífica iniciada por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC). Un total de 118 científicos del futuro de todo el mundo encontrarán su lugar en la tabla periódica de Mendeléyev para el aniversario de su año internacional, que se celebra en 2019, y un siglo de la creación de la IUPAC.

María Spasova se ha ganado el reconocimiento de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada por sus logros en el diseño y la producción de polímeros y materiales biocompatibles y biodegradables utilizados en biomedicina, agricultura y tejidos superhidrofóbicos. Spasova ya ocupa su lugar en la tabla periódica, que continuará siendo llenada con nombres de los jóvenes científicos hasta mediados del próximo año. La búlgara trabaja en el Instituto de Polímeros de la Academia de Ciencias de Bulgaria, donde ha logrado construir un aparato de nanofibras con aplicaciones en medicina, incluyendo el tratamiento del cáncer.

Además de tratar con la síntesis, caracterización y diseño de polímeros biocompatibles, utilizamos varias técnicas modernas para darles forma, dice la Dra. María Spasova sobre su trabajo en el Instituto. Una de estas técnicas es la electrodeposición: la nanotecnología avanzada que permite la producción de micro y nanopartículas con aplicaciones potenciales en áreas como medicina, farmacia, ingeniería de tejidos y células, sensores, filtros y prendas militares de protección.

Precisamente a través de esta técnica en el laboratorio de María Spasova se crea nuevo material basado en quitosano, que se utiliza como material de vendaje.

Colocado en la herida, el material detiene el sangrado, si es de tipo abierto, evita que se desarrollen bacterias y que pueda respirar, explica María Spasova. Además, en muchos de los materiales poliméricos formados por electrodeposición se pueden incluir varios fármacos de tipo sintético o natural, así como fármacos contra el cáncer. Esto mejora su efecto terapéutico y reduce los efectos secundarios.

Otro logro suyo es de ayuda en la agricultura, donde con la ayuda de tecnología avanzada, las plantas quedan protegidas contra las plagas y las malas condiciones ambientales. Una imitación de la estructura de la hoja de loto es la base del tejido de las prendas militares. La tela no se moja, ya que las gotas caen en una pendiente y también se limpia sola. Este descubrimiento tiene aplicación también en la vida cotidiana, y ya hay aerosoles disponibles basados en materiales superhidrófobos y nanopartículas.

Entrar en el sistema periódico para jóvenes químicos es un nuevo éxito para María Spasova. En 2008, su tesis fue galardonada como una de las seis mejores del mundo de los últimos años por la Universidad Técnica Suiza. Allí la invitaron personalmente a presentar su trabajo científico y posteriormente se publicaron cinco artículos de investigación sobre ello en las publicaciones científicas más reconocidas. Y aunque tras ello ganó una beca del Gobierno belga y tuvo la oportunidad de quedarse en Bélgica, María Spasova decidió aumentar sus conocimientos y luego regresar a Bulgaria y hacer ciencia.

En Bulgaria las condiciones son diferentes desde el punto de vista financiero, el diseño de dispositivos y la base material, dice María Spasova, y afirma que no se considera una excepción feliz entre sus colegas. Pero en general, los químicos búlgaros están muy bien situados en el ranking internacional, porque un científico es valorado por sus indicadores académicos. Así que publicamos, patentamos, conseguimos ser muy citados, estamos bien situados y reconocidos.

El nombre del científico búlgaro no estará para siempre en la tabla periódica de Mendeléyev, pero como dice María Spasova, es algo simbólico que permanecerá como noticia y se podrá leer incluso dentro de cien años.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal