Según datos del Instituto Nacional de Seguridad Social para 2017, másde 680 000 personas en Bulgaria tienen alguna discapacidad permanente, y apenas el 10 % de ellos tiene la oportunidad de encontrar trabajo. Esto se debe en gran medida a la renuencia de los empleadores a contratar personas para las que deban habilitar un espacio o cambiar su forma de trabajar para tener en cuenta las necesidades de su nuevo empleado. Los dos problemas principales a los que se enfrentan esas personas son el aislamiento social que causa la inaccesibilidad del entorno urbano en mal estado y la incapacidad de atender sus propias necesidades. Enlos últimosaños,lasgrandesciudadesdeBulgariahanidocambiandopaulatinamenteparahacersemásaccesiblesparalaspersonascondiscapacidad. Sin embargo, queda pendiente la cuestión de sus posibilidades de rehabilitación, que ayudaría a muchos de ellos a ser de nuevo ciudadanos libres y de pleno derecho. La razón de ello es banal: la falta de equipo suficientemente especializado, adaptado a la edad y las necesidades de los pacientes, problema que les obliga a buscar costosas rehabilitaciones en el extranjero. Algunos de ellos eligen tratarse en clínicas de la capital austriaca, Viena, donde la constante afluencia de búlgaros ha llevado a una doctora búlgara, la oftalmóloga Anelia Hochwarter, a lanzar una campaña para adquirir un dispositivo robótico llamado “Lokomat” que permitirá la recuperación de pacientes tras serios traumatismosen Bulgaria:

Se trata de un robot de rehabilitación completa que funciona según el principio de la marcha fisiológica y ayuda a aprender a caminar de nuevo. Esto se consigue mediante sensores ubicados en el cuerpo del paciente que evalúan qué grupo muscular funciona bien y cuál necesita mantenimiento. Los pacientes que han sufrido traumatismos cerebrales, accidentes cerebrovasculares o enfermedades como la parálisis cerebral infantil, la esclerosis múltiple y o parkinson pierden la capacidad de caminar, y este dispositivo, utilizado en rehabilitación en todas las clínicas occidentales, alivia enormemente sus dolencias. En Austria, por ejemplo, ya hay 28 robots “Lokomat” en 24 clínicas. Las probabilidades de éxito con este dispositivo rondan el 50 %. Por supuesto, no esperamos que el paciente corra una maratón o se convierta en deportista, sino simplemente que consiga cierta autonomía para mejorar su calidad de vida.

Según Iván Chavdarov, gerente de una clínica especializada en el tratamiento de niños con parálisis cerebral, en Bulgaria existen varios dispositivos para la rehabilitación robótica, pero se dañan fácilmente y son caros de reparar, por lo que es especialmente importante cuántos años de garantía ofrece el fabricante. Son muy caros: cuestan 280 000 euros, aunque el precio incluye entrega, capacitación de médicos y dos años de garantía. Por otro lado, los gastos del tratamiento de los pacientes búlgaros en el extranjero disminuirían significativamente si se utilizara un dispositivo similar en Bulgaria. Para comprar dicho dispositivo, la Dra. Hochwarter espera conseguir el apoyo de empresas y ciudadanos, y con ese objetivo ha abierto a su nombre cuentas bancarias especiales para donaciones en levas y euros en UniCredit Bulbank:

Anelia Petrova Hochwarter

Campaña benéfica “Lokomat para Bulgaria”

IBAN: BG65 UNCR 7000 1522 7289 56 (en levas)

IBAN: BG60 UNCR 7000 1522 7289 49 (en euros)

BIC (SWIFT): UNCRBGSF

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal