Entre la pléyade de santos búlgaros protectores de Bulgaria se sitúa también la Santa y Mártir Zlata de Muglen, protectora de las comunidades búlgaras en el extranjero.

Según se recoge en su vida y milagros, vivió en el siglo XVIII en el seno de una familia búlgara humilde, en la aldea de Slatino, de la diócesis de Muglen, en la época del dominio otomano. Se le describe como una joven de extraordinarias belleza y piedad, de corazón pulcro y alma  humilde.

Su hermosura no pasó inadvertida por los dominadores turcos y, una vez, mientras la joven iba recogiendo leña en el bosque un turco joven la secuestró con el fin de persuadirla de que se casara con él. La doncella se resistía por todos los medios a ello y cuando él intentó forzarla a que renegara de su fe cristiana, ella se negó de plano a hacerlo. Creo y venero únicamente a Nuestro Señor Jesucristo. No abjuraré de Él aunque sea descuartizada. Además, he jurado ser virgen y esta virginidad no la traicionaré por nada del mundo.

Entonces los turcos decidieron obligarla por medio de sus familiares amenazando con someter a éstos a las torturas más atroces. Asustados, los padres y las hermanas de Zlata comenzaron a rogarle a ésta a que se sometiera, aunque aparentemente, a convertirse al Islam.

Hija querida -suplicaban sus padres-, ten piedad de nosotros y de tus hermanas. Pereceremos todos si no aceptas la propuesta de los turcos. Dios es misericordioso. Te perdonará este pecado, cometido a la fuerza. Por un instante el amor por sus progenitores y por sus hermanas colmó su alma de vacilaciones. No obstante, pudo más el amor por la fe. Si incluso vosotros, padres y hermanas mías, me fuerzan a renegar del Señor Jesucristo, sepan que ya no son padres míos, ni son mis hermanas, hermanas mías. Mi Padre sigue siendo únicamente Jesucristo, mi Madre, la Inmaculada Madre de Dios y, mis hermanos y hermanas, los mártires y las mártires. Tras entender que era imposiblehacerle abjurar de su fe cristiana, los turcos sometieron a Zlata a atroces torturas. Ayudada en su suplicio por el vigor de la fe en Jesucristo, Zlata de Muglen resistió estoicamente a las torturas. El 18 de octubre de 1795 Zlata de Muglen moría, entregando su alma a Dios.

En la época moderna rinden homenaje a la memoria de la santa tanto la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria como la de Grecia, país en que a la santa Zlata se la conoce por el nombre de Agía Chrysi. Los iconos con su efigie se pueden ver en casi todas las iglesias búlgaras, y en el  templo Santa Parasceve, en el pueblo griego de Periklis, decorada con frescos en el año 1862, existió hasta no hace mucho tiempo un fresco con la efigie de la mártir búlgara, con una inscripción conservada en lengua búlgara, “Sveta Zlata Muglenska”. Sin embargo, aquella inscripción ya fue borrada y sustituida por un texto en griego. En todas las imágenes, la Santa Zlata de Muglen luce un traje tradicional búlgaro.

En el año 2009, por idea del historiador búlgaro Plamen Pavlov, Santa Zlata de Muglen fue elegida patrona de los búlgaros residentes en el extranjero. Lleva también su nombre la distinción anual “Búlgara del Año” que otorga la Agencia Estatal para los búlgaros residentes en el extranjero. El galardón se concedide a compatriotas nuestras que hayan contribuido a la conservación y el desarrollo  de la conciencia nacional búlgara y de la identidad cultural de las comunidades búlgaras en el extranjero.

Versión en español por Mijail Mijailov