El más antiguo primate homínido que se movía también en dos pies, semejando el andar humano, vivió en Europa. Lo avalan restos de huesos encontrados en la provincia alemana de Baviera. Formaba parte del equipo internacional que descifró la significación de ese hallazgo paleontológico el profesor Nikolay Spasov, estudioso de la Academia de Ciencias de Bulgaria.
El primate homínido ha sido bautizado Danuvius, el nombre de la deidad romano-celta del río Danubio. El hallazgo de los restos de su esqueleto ha alterado radicalmente las ideas de los científicos sobre la evolución temprana del género humano, estima el profesor Nikolay Spasov.
Se trata de un primate homínido viejo de 11 600 000 años que representa no sólo una especie nueva sino un género nuevo para la ciencia, dice Nikolat Spasov. En su forma para moverse este simio combinaba rasgos típicos para los actuales homínidos superiores como son los chimpancés, los gorilas y los orangutanes, con indicios asociados a la forma de andar de la especie humana. Es decir, Danuvius podía suspenderse con sus extremidades delanteras de las ramas de los árboles pero, al mismo tiempo, era capaz, de marchar con sus estiradas extremidades traseras, semejando el andar humano. Lo hemos comprobado gracias a los huesos largos y las falanges, conservados de sus extremidades delanteras y traseras. Esto quiere decir que, viendo al Danuvius podremos imaginarnos el último antecesor común de los primates homínidos, por un lado, y, por el otro, la línea ascendente de la evolución hacía la especie humana.
Durante las excavaciones en Baviera fueron descubiertos un total de 40 huesos pertenecientes a cuatro individuos: dos hembras, un macho y un representante joven de la especie. En base a estos restos se puede sacar la conclusión de que Danuvius llegaba a medir hasta 1 metro, que el macho pesaba unos 31 kilogramos, y, la hembra, unos 18.Aquel primate homínido tenía un tórax ancho y plano y alargados huesos alargados en el área de la cintura-similares a los humanos- y eso le permitía poner su centro de gravedad por encima de sus caderas erguidas para moverse en forma bípeda: De los centenares de restos de mamíferos, encontrados en aquel yacimiento debíamos separar los huesos y los fragmentos que habían pertenecido a esos simios hominoideos, dice Nikolay Spasov, refiriéndose a su labor, orientada por la profesora Madelaine Böhme, de la Universidad de Tubinga. Luego teníamos que cotejarlos con los huesos de simios homínidos modernos para determinar a qué parte del esqueleto pertenecían aquellos fragmentos y proceder a lo más importante: hacerles un análisis funcional. Fue precisamente éste el que nos ayudó a imaginar la forma en que se movía caminando el Danuvius.
En este caso concreto reviste suma importancia el que se trate de un homínido antiguos de Europa, ya que una de las más persistentes polémicas en la paleontología gira en torno a dos incógnitas: por qué el hombre acabó irguiéndose y dónde precisamente ocurrió aquello. Los descubrimientos, hechos hace un par de años en los Balcanes, también corroboran la tesis de que la respuesta a estas incógnitas se sitúa en el Viejo Continente.
Los hallazgos sólo son dos y vienen de la Península Balcánica, aclara el profesor Spasov. El Graecopithecus fue llamado así a la hora de hacer la descripción de una mandíbula inferior hallada en las afueras de Atenas, Grecia. Se ha descubierto asimismo un diente, durante excavaciones hechas en la ciudad búlgara de Chirpán, que pertenece también a esa misma especie. Por medio de estos descubrimientos hemos podido demostrar que el Graecopithecus es representante de la línea que conduce directamente al ser humano, ya que aquél vivió hace 7 200 000 años. Poco después de esos descubrimientos se hizo público un escrito científico, según el cual hace 6 000 000 de años por la costa de la isla de Creta también caminaría un ser bípedo.
Aquellos antecesores de la especie humana vivieron un poco antes de la aparición en África del Australopithecus. Esto significa que en la época en que en África aparecían los primeros antecesores del ser humano, en Europa ya caminaba un ser bípedo. El profesor Nikolay Spasov espera que se produzcan otros descubrimientos relacionados con los restos del primer antecesor de la especie humana, el Graecopithecus, hallados en el yacimiento paleontológico de Chirpán.
Versión en español por Mijail Mijailov
(Fotos: Archivo personal, Reuters y Diana Tsankova)
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