Nuestras abuelas conocían muy bien las propiedades beneficiosas de las hierbas medicinales y frutas, de las flores y aceites esenciales sobre el cuerpo humano. Es de estas recetas antiguas para la salud y la belleza que algunas de las empresas nacionales de cosméticos obtienen ideas para sus productos, que no son inferiores en calidad a las marcas más prestigiosas del mundo.

Infusión de ortiga para cabello brillante, tintura de tomillo con vino tinto contra la caída del pelo, mascarilla de pepino para aliviar la quemazón, jugo de limón para blanquear las manchas del cutis, aceite de oliva, agua de rosa oleaginosa, cera de abejas o perejil para la piel deshidratada… Podríamos seguir enumerando sin parar todos los “trucos” de los que se valían las mujeres búlgaras en el pasado para lucir irresistiblemente frescas y atractivas al cabo de un día de dura faena en el campo.

Desvelamos más trucos secretos de embellecimiento a los que recurrían nuestras abuelas en un artículo dedicado a este tema, rescatado de los archivos de Radio Bulgaria.​