Los búlgaros asociamos la pequeña ciudad serrana de Chepelare, en el sur de Bulgaria, con Ekaterina Dáfovska, la primera y única, hasta el momento, campeona búlgara de juegos olímpicos de invierno, los de Nagano 1998, donde ganó el biatlón. Sin embargo, Chepelare tiene de qué más presumir. Agazapada en el corazón del macizo Ródope, esta localidad dispone de zonas de esquí que hacen las delicias de los amantes de los deportes de invierno; una de las mejores pistas de esquí alpino de Bulgaria se encuentra precisamente en Chepelare. La zona es atendida por un remonte de cuatro plazas con un desnivel de 718 m que funciona también en verano. El pico de Mechi Chal es el punto de partida de varias pistas de esquí más con diferentes grados de dificultad y con una longitud total de 20 km. La zona es un verdadero paraíso para los esquiadores y practicantes de snowboard.
Aquí los turistas también pueden disfrutar de la hospitalidad de los lugareños. Chepelare es conocido por sus casas de huéspedes y pequeños hoteles familiares, que ofrecen todas las extras para unas vacaciones que permiten desconectar de la rutina diaria y el estrés en medio de la naturaleza, así como deliciosa comida local.
También atraerán la atención de los visitantes los dos museos con que cuenta la ciudad: el Museo del Esquí, que rastrea la larga historia deportiva de Chepelare, así como los logros de toda una galaxia de esquiadores locales, y el Museo de Espeleología Kárstica con su extraordinaria colección de minerales, piedras preciosas y semipreciosas, muestras de varios tipos de rocas y formaciones geológicas de cuevas hallados en las grutas en las que abunda la región del Ródope.
Hay más: Chepelare es la ciudad donde reside y trabaja el reconocido gaitero artesano Ilía Úchikov, que ha puesto su alma en decenas de gaitas kabá, típicas únicamente del Ródope. El maestro recibe pedidos de todos los puntos del planeta. Los turistas suelen visitar su taller para familiarizarse con la elaboración de este instrumento musical.
Para más información de por qué vale la pena visitar esta pequeña localidad rodopiana, consulte el artículo “Chepelare, el pueblo de los esquí y la gloria olímpica de Bulgaria” de la colección de Radio Bulgaria.
La canción que les ofrecemos seguidamente está relacionada con la fiesta de San Juan Bautista (Enioven, en búlgaro), que siempre se celebra el 24 de junio, cuando la iglesia homenajea el nacimiento del predecesor de Cristo. Según las creencias..
Cuando el chico se convierte en hombre es el título de la muestra con la cual el Museo Nacional de Etnógrafa recuerda la vida en los cuarteles durante “aquellos 45 años”. Del 20 de junio al 20 de agosto la muestra puede ser vista en el antiguo Palacio..
El primer domingo después de la Pascua de Resurrección está vinculado con uno de los doce apóstoles de Jesucristo, el apóstol Tomás. Se denomina también Domingo de santo Tomás. La denominación tiene que ver con el día en que el Cristo resucitado..