El 24 de noviembre, los cristianos ortodoxos veneran la memoria de la santa megalomártir Catalina. La santa vivió en el siglo III en Alejandría y pasó a la historia como una de las mujeres de mejor formación de su época.

Cuenta la leyenda que, al defender a los cristianos ante el emperador, provocó la ira de éste, que ordenó que la encarcelaran. Sin embargo, en el calabozo Catalina, de 18 años de edad, consiguió convertir en la fe cristiana a todos quienes la visitaban, razón por la cual fue condenada a muerte por crucifixión. Como por milagro, la rueda se rompió cuando Catalina la tocó, por lo que fue decapitada en el año 305. La rueda con púas en la que iba a ser ejecutada sigue siendo el atributo principal de la santa en los iconos y retratos.

En la tradición búlgara, santa Catalina es venerada como la protectora de las madres. En algunas regiones de Bulgaria la creencia de que protege a los niños de enfermedades, especialmente el sarampión, ha sobrevivido hasta la actualidad.

Puede conocer más detalles sobre las tradiciones y ritos en este país relacionadas con la santa en el artículo titulado “¡Que santa Catalina nos proteja!”; creencias y ritos en el día de la santa" de la colección de Radio Bulgaria.