“La colección es interesante porque casi escasean los elementos de la vestimenta masculina. La muestra está enfocada en las damas, cuenta Grozdelina Gueorguíeva del Museo Etnográfico Regional de Plovdiv. La ropa que elaboraba la búlgara resguardaba al cuerpo y los símbolos que tejía eran como un escudo contra el mal de ojo. La ropa tiene un efecto apotropaico completo para la persona que la lleva. Los búlgaros tenían miedo al mal de ojo y por esto tomaban muchas medidas de precaución.

En algunas regiones de Bulgaria la punta y el talón de los calcetines se coloraban de tintes apotropaicos como el rojo o el verde. Las figuras que se aprecian en las faldas, en las mangas y en el escote también poseían una fuerza protectora. Los delantales y las hebillas protegían la cintura y los órganos reproductivos, mientras que los adornos para la cabeza protegían la fontanela, considerada la parte más frágil del cuerpo humano”.

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Toda la vida de la Prof. Yuilia Dílova está vinculada a los problemas de las mujeres y sus derechos. Trabajaba como experta en la ONU sobre asuntos de los sistemas de información, era profesora invitada en la Universidad de Stanford, dictaba conferencias sobre economía, estandarización y sistemas electrónicos. Cuando regresó a Bulgaria se planteó la tarea de conservar la auténtica belleza de la vestimenta de la búlgara para las generaciones venideras. 

Integran la colección más de 540 muestras, siendo más de 200 los delantales de todas las regiones etnográficas de Bulgaria. ¿Por qué este elemento del traje tradicional de la búlgara es tan importante?

“Porque es indispensable, responde Grozdelina Gueorguíeva. Solamente en la región Shope (en el centro oeste de Bulgaria) se puede prescindir del delantal cuando la mujer viste un traje cotidiano. En fiestas e importantes eventos el uso del delantal es obligatorio. Es el elemento que se ve primero y es la parte más llamativa del traje. Según la cultura tradicional, el delantal protege el útero y cuando se combina con broches para cinturón y un cinturón, sobre todo el día de la boda, se considera que hay un círculo que protege el cuerpo femenino. Cabe decir que lo más importante para la mujer en la cultura popular es casarse y ser madre”.

El delantal indica la pertenencia étnica y la edad, desempeña una función ritual. Hay delantales que se usan en la vida cotidiana y otros que se visten en fiestas.

“Las distintas edades suponen el uso de distintos delantales en los cuales luce una gran variedad de signos. Los delantales de las mujeres jóvenes y de las mujeres casaderas son de colores sumamente llamativos y variados. El delantal de una anciana es de colores más oscuros y tiene mucho menos símbolos porque no desempeña el papel de proteger a la mujer que ya ha cumplido sus funciones en la vida. El delantal es el idioma no escrito de la búlgara, el idioma de signos que ella se pone al vestirse”. 

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Paralelamente con la muestra ha sido editado un catálogo lujoso titulado Con amor por lo tejido, en búlgaro e inglés. Las fotografías del catálogo son obra de Chavdar Stoychev, y los trajes típicos están presentados sobre el telón de fondo del paisaje de la aldea de Dolen, en el sudoeste de Bulgaria, donde vivió y colectó los delantales la Prof. Dílova.

“El catálogo es uno de los más bellos que ha editado nuestro museo. En él se pueden apreciar todos los trajes tradicionales de la colección de la Prof. Dílova, así como distintas partes de la indumentaria que no ha logrado colectar como un traje completo, precisa Grozdelina Gueroguíeva. Estos no están recogidos en el catálogo porque nuestro objetivo ha sido mostrar la pasión y la valoración de una persona que no estaba directamente vinculada con la historia y el folclore pero que dedicó 20 años de su vida al afán de mostrar la belleza femenina a través del arte del genio popular anónimo”. 

Versión al español de Hristina Táseva