Apenas comenzada la nueva temporada política, cada día se realiza una acción de protesta diferente frente al Parlamento. Hoy, 19 de septiembre, es el día en que mineros y trabajadores del sector energético están bloqueando el centro de Sofía. La marcha de protesta está siendo organizada por los dos sindicatos más grandes de Bulgaria: La Confederación de Sindicatos Independientes de Bulgaria y el KT "Podkrepa", en los cuales participan más de 500 000 trabajadores, incluyendo a los mineros del carbón del país. El motivo de la protesta radica en que a nivel estatal se está planteando el cierre de algunas de las unidades operativas de la industria minera con el único objetivo de no perder los fondos provenientes del llamado Pacto Verde para la descarbonización de la economía.

Las decisiones acerca del cierre de minas, sin embargo, no pueden ser tomadas únicamente por los políticos y deben considerar tanto el momento presente, como el futuro. También es importante tener en cuenta la opinión de los expertos, la cual claramente favorece la preservación de la minería del carbón como la "sólida y tradicional alternativa" frente a todas las fuentes de energía más modernas, afirman los trabajadores del sector energético y los mineros que han estado preparándose durante mucho tiempo para esta protesta en defensa del sector energético búlgaro. Según sus palabras, la estabilidad y la independencia energética de Bulgaria adquieren una importancia estratégica aún mayor en la actualidad, con los conflictos militares en la región y el cambio climático.

"Pero nuestra manifestación no se centra en reivindicaciones sociales relacionadas con el empleo, la búsqueda de puestos de trabajo alternativos para los mineros o las compensaciones. Estamos instando a que se preserve el sector energético de Bulgaria, y llevamos años observando cómo ha sido descuidado en la política", declara Alexander Zagorov, miembro del sindicato Podkrepa".

"Se están tomando decisiones equivocadas, no existe una perspectiva clara ni se sabe qué rumbo seguirá el país en los ámbitos energético, económico y medioambiental.

Los que trabajamos en la industria vemos una oportunidad para que el sector eléctrico-energético búlgaro se desarrolle, junto con el carbón y las centrales térmicas y de carbón relacionadas con él. Sin embargo, nos están imponiendo restricciones específicas, argumentando que el Estado está perdiendo los fondos acordados por la UE. La verdad es que, hasta ahora, nadie ha calculado las pérdidas reales que sufrirá el Estado, ni siquiera en el sistema de seguridad social. Porque si los mineros y los trabajadores del sector energético quedan desempleados, no habrá ingresos para el presupuesto de salud ni fondos de pensiones, entre otros. Se habla de despedir a 12000 – 13 000 personas. Esto sería una fuerte conmoción a nivel social."

Debido a los numerosos problemas acumulados en el sector energético, los manifestantes están demandando hoy una estrategia estatal clara, que debería estar alineada con la actual Ley de Energía del país. Argumentan que, hasta el momento, existen numerosos documentos estratégicos, pero ninguno de ellos proporciona una visión clara de desarrollo:

“Insistimos en que también se debe garantizar aquello que llamamos “capacidad de seguridad”, o como se llamaba antiguamente “reserva fría”,  señala Alexander Zagorov en una entrevista con Radio Bulgaria. “El sol y el viento parecen fuentes de energía fáciles pero no puede haber seguridad energética, puesto que ni la luz del sol es siempre suficiente para producir electricidad, ni tampoco el viento o las centrales hidroeléctricas. Por eso dependemos tanto del carbón como de la energía nuclear. Hay muchos problemas acumulados y no los resolveremos simplemente con una manifestación. Está claro que será necesario el empleo de mucha diplomacia durante la manifestación, así como en la fase previa y en la posterior. Pero una marcha de protesta resaltará estos problemas y hará que la sociedad ponga su atención en ellos”.

Imaginemos que en Bulgaria se corta el suministro de energía eléctrica durante 48 horas, entonces el país estaría en peligro. Todo depende de la necesidad de tener energía eléctrica ininterrumpida porque si llega a suceder algún imprevisto, ni los parques solares, ni los parques eólicos, ni las centrales hidroeléctricas podrán funcionar por demasiado tiempo. El suministro de electricidad debe ser lo suficientemente seguro como para que haya suficiente cantidad de electricidad predecible para nuestra industria. Y su precio debería ser aceptable ya que la seguridad energética del país no debería correr ningún riesgo. Si el sistema eléctrico se colapsa, ¿cómo vamos a reconstruirlo después?

Esperamos llegar a un consenso con los políticos ya que aún quedan muchas decisiones importantes por tomar: como la de la creciente pobreza energética, la reducción del consumo y el incremento de los precios para los usuarios finales”.

Versión en español por Borislav Todorov y Alena Markova

Fotos: knsb-bg.org, podkrepa.org, BGNES