¿Pueden conocer Bulgaria a vista de pájaro, sin la ayuda de drones o aviones? La respuesta es “sí”, ya que los miradores sirven precisamente para esto. Están construidos en puntos elevados y desde donde se pueden admirar desfiladeros, cumbres cubiertas de nieve, presas y meandros. El monte Ródope bate récords en este sentido. El más antiguo y el más famoso mirador en la región se llama El Ojo de Águila.

Desde allí se abre una fantástica vista hacia el desfiladero de Buynovo y hacia las aldeas de Boriono y Yagodino. Para este objetivo fue construida una plataforma de metal que tiene 1.5 metros de ancho y mide nada menos que 5 metros. Uno puede dar unos pasos sobre el abismo y mirar al mundo a vista de pájaro, más concretamente desde una altura de 1 563 metros. Al mirador se llega por un camino abrupto que parte de la aldea de Yagodina. Se organizan recorridos a bordo de vehículos todoterreno. 

Cerca del mirador están las cuevas Yagodinska, la Garganta del Diablo y el desfiladero de Trigrad, unas de las más pintorescas creaciones de la naturaleza en los Ródopes.

                                                                                      El mirador La cumbre 

El mirador La cumbre ofrece la posibilidad de observar las cumbres de los Ródopes en la región de la aldea de Mogilitsa. “Parece que el mirador salta en el aire de las rocas en proximidad a la aldea de Mogilitsa”, dice Iliya Godev del centro de información para los visitantes en la próxima aldea de Smilian y agrega: 

“Aparte de ofrecer una vista desde los 1 473 metros sobre el nivel del mar, los últimos metros de la plataforma están en el aire y su suelo está hechos de cristal. Así que la sensación no es de un vuelo, sino de una estancia en el aire y es algo indescriptible. El mirador fue construido por el Ayuntamiento de Smolian en 2022. Vecinos de espíritu emprendedor de las aldeas de Mogilitsa y Arda ofrecen transporte al mirador a bordo de jeeps y pequeños camiones”.

                                                       El mirador construido por encima de los meandros del río Arda 

Es una de las últimas atracciones en la parte oriental del monte Ródope. Fue inaugurada en otoño del año pasado, pero provocó distintos tipos de reacciones. Algunos temen que el lugar atraerá un flujo turístico aún mayor y esto amenazará este lugar bendecido por la naturaleza. La construcción de vidrio tiene 9 metros de largo y ha sido proyectada de manera que dé cabida a 100 visitantes a la vez.  Desde allí se abre una vista no solo hacia el lugar denominado La curva de Arda y la presa de Kardzhali, sino hacia la antigua fortaleza Patmos y la cumbre de Bezdiven.

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                                                             La plataforma panorámica cerca de la localidad de Petrova Niva 

Strandzha es un monte mágico, de naturaleza casi virgen que todavía no ha sido afectada por el turismo. Si visitan la localidad de Petrova niva deben buscar sin falta el tablero informativo creado que indica a dirección hacia el mirador de madera construido al borde de una roca. Desde allí se abre una vista panorámica hacia uno de más encantadores rincones en el monte, los meandros del río Veleka, y hacia Bosnia, pero no se trata del país, sino hacia la cumbre más al norte del monte Strandza.

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                                                                     El mirador en los alrededores de la aldea de Bov 

El desfiladero del río Iskar, en la región de la ciudad de Svogue, ofrece unas de las más impresionantes vistas desde el aire en Bulgaria. Una de éstas presenta como en la palma de la mano los meandros del río Iskar. En la parte occidental de la aldea de Bov fue construida una plataforma de madera a una altura de más de 500 metros. Desde allí el río se ve como un fino hilo de plata y las casas semejan cajitas de fósforo esparcías por el monte. Al lugar se puede acceder en automóvil y es apropiado para personas que tienen problemas con la movilidad. 

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Fotos: Veneta Nikolova, BTA, visitsmolyan.bg, mogilitsa.com

Traducido y publicado por Hristina Táseva