Cada día debemos pensar en la paz y en los mensajes que dirigen los políticos, insta la periodista Tsvetana Paskaleva que lleva 30 años trabajando en Armenia. “La situación a nuestro alrededor y en los Estados vecinos es inestable, la guerra es algo horrible que puede cobrarse la vida de los familiares de una persona en un abrir y cerrar de ojos”, dice la búlgara que se ha convertido en la cara más reconocible de Bulgaria en el país asiático. Esta frágil búlgara ha visto con sus ojos los estragos de la guerra y tiene por qué desear la paz. En los albores de su carrera como periodista Tsvetana Paskaleva daba cobertura del conflicto en Nagorno Karabaj y su cámara rodó aldeas armenias saqueadas y destruidas (es testigo de toda la operación Círculo).  

A principios de los años 90 del siglo XX Tsvetana preparaba un doctorado en Moscú en la especialidad de dirección teatral. En ese momento supo que el ex ejército soviético y las unidades especiales de Azerbaiyán deportaban forozamente aldeas armenias en Nagorno Karabaj. La joven búlgara estaba decidida a dar cobertura de los sucesos y logró llegar al punto álgido. Entonces no sabía que la guerra iba a durar tanto tiempo y que ella se quedaría para darle cobertura hasta su término en 1994. La búlgara es autora de una serie de 7 cintas documentales sobre los sucesos devastadores en Nagorno Karabaj. Las películas han sido traducidas en 6 idiomas y han sido proyectadas en Europa y en EEUU, aparte de Armenia. 

En un momento Tsvetana Paskaleva vivía en la parte subterránea de un hospital militar y vio la cara sangrienta de la guerra con las víctimas y los heridos. A causa de sus valientes reportajes e impactantes películas la búlgara recibió amenazas de muerte en tres ocasiones durante su estancia allí. Después de la guerra Tsvetana Paskaleva fue condecorada con una medalla de valentía y se convirtió en Héroe de Armenia. Está orgullosa de que es la primera ciudadana extranjera que obtuvo la ciudadanía en Armenia.  

A pesar del enorme reconocimiento y los honores de los cuales se enorgullece como héroe de Armenia, Tsvetana nunca olvidó sus raíces búlgaras. “Para mí es una gran emoción y responsabilidad representar a Bulgaria en esta tierra. Nunca me ha preocupado decir que soy búlgara”, dice la destacada periodista y continúa:

“Me han educado mi familia y mis profesores. Me educaban que somos responsables de las personas que están a nuestro lado, de sus destinos, y que a veces uno debe sacrificar algo de sí si desea defender a una persona. En mi vida tuve que sacrificar en gran medida mi juventud, mi felicidad femenina, mi vida privada y mi carrera profesional. Mientras daba cobertura a la guerra en 1991-1994 trabajaba con muchas televisiones y después del término de la guerra en 1994 tenía la posibilidad de elegir entre MBC y SBS para trabajar, pero tomé una decisión menos popular y opté por quedarme en Armenia. Así en 1996 hasta hoy en día trabajo para la Televisión Nacional de Armenia”.

Los búlgaros en Armenia son muy pocos. Tsvetana Paskaleva es la búlgara que ha pasado más tiempo en ese país y es la decana de la comunidad búlgara. Recuerda como en 1993 en la capital Ereván ni siquiera existía la Embajada búlgara, había solamente una escuela dominical que llevaba el nombre del poeta Peyo Yavorov. “Soy algo como heroína para las personas, esto crea pone un marco y uno debe responder a esta imagen”, dice Tsvetana Paskaleva y continúa:  

“Soy búlgara, llevo lo búlgaro y sé que represento Bulgaria en esta tierra. Entonces yo era el único lazo entre estas personas y Bulgaria. Siempre me invitan a los eventos que organizan y me siento responsable de promocionar este país no tan lejano por razones históricas, como mentalidad e idiosincrasia. Creo que así me recordarán en Armenia”. 

Tsvetana Paskaleva dice que siempre está en contacto con sus compatriotas y siempre está disponible y ayuda a la Embajada búlgara en Ereván. En Bulgaria logra regresar en verano y por muy atractivas que sean las propuestas de veranear en el extranjero siempre opta por la costa del mar Negro. Reconoce que los diez días que pasa en Bulgaria son un verdadero placer y la nostalgia siempre la atrae a la patria. 

Fotos: Reuters, like-cool.online, 1tv.am, Escuela búlgara Peyo Yavorov 

Traducido y publicado por Hristina Táseva