La torre del reloj, uno de los símbolos de la ciudad nororiental búlgara de Razgrad, vuelve a marcar el tiempo tras haberse mantenido, casi dos años, sin funcionar por tener el mecanismo averiado. La administración municipal tuvo que invertir mucho tiempo en buscar y localizar a un especialista dispuesto a reparar las piezas mecánicas del reloj conservando la autenticidad de su mecanismo. La mayoría de las empresas consultadas sugerían sustituir las piezas de este reloj viejo de 154 años por dispositivos digitales. Según los expertos, relojeros el reloj se encontraba muy desgastado, y únicamente se había mantenido funcionando gracias a la pericia de Ilko Kolev, maestro relojero de Razgrad, quien ha mantenido funcionando durante los últimos 25 años al símbolo de la villa. Gueorgui Milchev, relojero experto de Sofía se ha ocupado de la restauración y el montaje de las piezas averiadas. Dice que en esta labor de restauración y reparación ha conservado el mecanismo original del reloj, excepto varias ruedas que han tenido que ser fabricadas de nuevo. El más laborioso ha sido el trabajo de restauración del dispositivo de constancia del reloj.

Este dispositivo es el más importante. El peso que mueve al reloj está calibrado y es de un kilo. No todos los relojes incorporan tal dispositivo que, sin embargo, asegura una mayor precisión. Los reguladores aéreos tienen los muelles recambiados y éstos refuerzan la fluidez del funcionamiento del reloj. Un mecanismo viejo de tantos años es muy duro de reparar, y lo más fácil sería adquirir otro, nuevo, señala el relojero. Gueorgui Milchev es descendiente de una familia de relojeros y a través de los años ha insuflado nueva vida a multitud de relojes, no sólo en Sofía, sino en todo el país. En la labor de restauración del mecanismo del reloj de Razgrad ha trabajado acompañado por su colega Alexander Manolev, con el cual han adquirido experiencia en la restauración de piezas museísticas también en otros países europeos. También ha participado en esta labor el relojero de Razgrad Ilko Kostov.

La torre del reloj de Razgrad fue construida en el siglo XVIII y luego fue reconstruida en su forma actual en el año 1864 por Toncho Tonchev, un artesano de la ciudad de Triavna que se había afincado en Razgrad. La torre tiene una arquitectura autóctona porque por algunos rasgos de su construcción semeja mucho la construcción de una iglesia. Consta de tres partes, estando la parte baja y la del medio construidas de pétreos bloques en forma de un paralelepípedo y separadas una de la otra por una cornisa. La parte superior representa una estructura de madera de forma octogonal con techo abovedado. La altura total de la torre es de poco más de 26 metros, y el espesor de su muro de mampostería, de casi un metro.

Ivo Stoyanov, curador del Museo de Historia de Razgrad, evoca la historia curiosa de cómo el artesano constructor Toncho Tonchev había acometido la construcción. Dice: Hizo una apuesta con un bajá local −quien, según su hija, era el famoso reformador del Imperio Otomano, Midhat Bajá, diciendo que construiría en Razgrad una torre del reloj. Y agregaba que si la torre del reloj no le gustara al bajá éste podría decapitarle pero que, si le llegaba a gustar la obra, debería pagarle al artesano constructor con dinero por kilogramo. Le gustó al bajá la construcción hecha por aquel maestro artesano constructor y así el reloj de la torre lleva ya más de siglo y medio marcando el tiempo en los días hábiles y de fiestas de los habitantes de Razgrad.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BTA