Con el comienzo del mes de agosto, el mes de vacaciones por excelencia en Bulgaria, los tradicionales mercados callejeros llegan a ser cada vez más concurridos y abigarrados. Son más los días de mercado en la región de Plovdiv. Empiezan el martes, con el mercado de la ciudad de Septemvri, y terminan el domingo con los mercados en Rakovski, Krichim y Hisaria. El miércoles, los vecinos de la zona van de compras a Strelcha, el jueves, a Asenovgrad y Kalofer, y el vienes, a Bania y Koprívshtitsa. La tradición de los mercados de un día ha quedado en el olvido en las grandes ciudades, pero florece en los poblados menores. Allí, en un día de la semana, una calle poco acogedora a primera vista, se transforma en un bullicioso lugar de compra-venta, donde se puede encontrar de todo: tanto lechones, como computadoras, retratos de Todor Zhívkov, el líder comunista del reciente pasado, auténticos trajes nacionales de la zona del monte Ródope, abrigos de cien y más años, bien conservados en las arcas. En el momento lo que más se vende son las frutas y legumbres frescas, las flores y los objetos para el hogar, aunque cada uno puede encontrar lo que busca y regatear el precio con el comerciante.