Los empresarios chinos instalados en Bulgaria se decantan sobre todo por el cultivo de cereales, maíz y uvas. Por ejemplo, la compañía de Tsun Tzon, un empresario joven de China, posee más de 400 hectáreas de viñedos en la zona de la ciudad noroccidental búlgara de Lom. El hombre adquirió la tierra con los viñedos hace un lustro y sin tener experiencia en este tipo de cultivo. ”Hemos llegado aquí, nos subimos al lugar más elevado, vimos el Danubio y fue entonces cuando lo decidimos”, dice el empresario. A finales del año pasado, el empresario comenzó a producir vino búlgaro que va exportando al mercado chino. Tiene planeado contar con bodega propia en los próximos 24 meses a más tardar. “A finales del año pasado exportamos de 40 000 a 50 000 botellas, ahora estamos preparando nuevas remesas”, dice Tsun Tzon. Según los expertos, los inversionistas chinos se sienten atraídos por los bajos impuestos en Bulgaria. “De la inexistencia de una industria pesada se puede desprender la conclusión de que Bulgaria es un país limpio desde el punto de vista ecológico. En este país se pueden fabricar prácticamente productos de índices de calidad muy elevados”, aclaran desde el Centro de Fomento de la Cooperación en el terreno del agro entre China y los países de Europa Central y del Este del que hace mención una televisora búlgara privada de cobertura nacional.