En Bulgaria afrontamos un problema grave relacionado con los buscadores de tesoros quienes infligen a diario graves daños a los objetivos arqueológicos nacionales. Todo lo demás lo podríamos restaurar. Hemos restaurado nuestro Estado, nuestra demografía, nuestra economía, pero si destruimos nuestra historia no habrá manera de comprárnosla. Fue así como decidimos crear el juego de mesa “Arqueólogos Vs buscadores de tesoros”, con el cual encauzar la atención de los búlgaros hacia este problema, haciéndolo de una manera divertida y fuera de lo común. Dice lo anterior Liudmil Vagalinski, profesor auxiliar , director durante largos años del Instituto Nacional de Arqueología con Museo,adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria y presidente de la organización no gubernamental “Archaelogia Bulgarica”, diseñadora del juego, que se propone popularizar la arqueología y el patrimonio histórico y cultural de Bulgaria.

El juego ha sido creado para niños de edad superior a los 7 años y para adultos. Participan dos equipos, el de los arqueólogos y el de los buscadores de tesoros, quienes compiten moviendo peones para arribar a la meta, recogiendo en su trayecto el mayor número posible de objetos arqueológicos que se ensamblan cual un puzzle. Cada uno de estos objetos se detecta en un sitio arqueológico real.

En el juego también se manejan planos y mapas, destinados a los arqueólogos y a los buscadores de tesoros por igual, que indican el camino a seguir en la realidad del juego. Un folleto incorporado al juego presenta hechos curiosos sobre las instalaciones arqueológicas por las que cruzan los jugadores: la cueva Kozarnika; Messambria Pontica; Deultum; Filipópolis; Heraclea Síntica;la fortaleza de Hissar, etc. Puede surgir necesidad de que el jugador entregue los hallazgos al museo, devolverlos al laboratorio, o bien, acudir a la comisaría de la policía. En ocasiones, sin embargo, la mala suerte le acompaña al jugador y así acaba en la cárcel.

El juego disfruta de un interés enorme, tanto en Bulgaria como en el extranjero, pese a que su versión en inglés no ha salido aún, se ofrecerá en junio. Se han interesado por este juego incluso representantes de la policía bávara en la que los policías se lo regalaron por su retiro a un colega suyo que había combatido tenazmente el tráfico de valiosos objetos de la cultura.

Si la batalla con los peones se puede desplegar en todas las formas, no sucede así en la realidad búlgara en la que, por desgracia, en el pulso entre los arqueólogos y los buscadores de tesoros son éstos últimos los que salen aventajados, destaca el señor Vagalinski y agrega: Son bien organizados y numerosos. No van en pos de información, como hacemos nosotros, sino que van buscando objetos, de preferencia elaborados de metales nobles. Por donde pasan lo arrasan todo. Han causado un montón de daños. Nuestra idea es la de poner coto a esta invasión para que quede historia de que aprendan nuestros hijos.

Resulta particularmente grave el problema en el antiguo limes romano en el río Danubio. En esa zona los buscadores de tesoros antiguos echan mano de buldóceres.

Los órganos del orden público intentan dominar la situación pero decididamente no les alcanzan recursos ni motivación, constata el señor Vagalinski. Agrega que los nativos residentes en las inmediaciones de la antigua Retiaria ni se esconden de lo que hacen. En los años 90 del siglo XX, como después también, hubo períodos en los que con unos 20 a 25 tractores se hacían simultáneamente excavaciones en ese antiguo asentamiento romano. Su terreno ha sido destruido en gran medida y a tal punto que ahora semeja un paisaje lunar.

Según el ex director del Museo Nacional de Arqueología, los búlgaros, en este sentido, somos unos de “los líderes”. En Europa seguro que ocupamos el primer puesto, se nos conoce y la gente se asombra de por qué la ley no la aplicamos de manera sistemática. En algunos lugares los nativos mayores procuran frenar con sus fuerzas propias a los buscadores de tesoros. Están viendo cómo se destruyen cosas valiosas de la historia y les duele”, dice Liudmil Vagalinski. Recuerda cómo algún tiempo atrás los arqueólogos hicieron una proposición que aportaría a solucionar el problema y precisa: Habíamos pensado, junto con el Ministerio de Interior, en diseñar una aplicación móvil con la participación de expertos nuestros del Museo Nacional de Arqueología. Con el uso de esta aplicación al Ministerio de Interior se habrían podido hacer denuncias por parte de testigos casuales de tales actos de infracción a las que la policía pudiera reaccionar oportunamente. Sin embargo, en un momento determinado las cosas se quedaron ahí y aquella aplicación móvil aún no ha visto la luz.

Ahora la idea que pretenden infundir los creadores del juego “Arqueólogos versus buscadores de tesoros” es que si queremos preservar nuestra historia, de la que nos enorgullecemos con toda razón, la sociedad búlgara debe desarrollar una mayor sensibilidad frente a este problema y abrazar como una causa propia la lucha contra los buscadores de tesoros.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: archaeologia-bulgarica.com, wikipedia.org и dnevnik.bg