No es un fotógrafo profesional. Se va desahogando física y psíquicamente al recorrer rincones conocidos y escasamente conocidos de Bulgaria plasmando en fotos lo que va viendo. Al principio se decantaba por la fotografía paisajística, pero poco a poco se fue reorientando a los temas folklóricos. Hoy es conocido como el fotógrafo que captura la magia de las tradiciones y costumbres búlgaras.

Las fotos de Asén Velikov presentan a Bulgaria desde una óptica diferente. Ayudan a los búlgaros a redescubrir las riquezas de su patria y suscitan en los extranjeros el deseo de conocer este país.

¿Cómo se alumbra la imagen de una Bulgaria diferente en el contexto de un mundo cada vez más uniformado?

“Mi mayor debilidad es la fotografía retratista, y en concreto las tomas no arregladas, inesperadas, furtivas. Pero también me gusta fotografiar las faenas y festividades tradicionales, como la recolecta de las rosas, las relacionadas con la Epifanía, las reconstrucciones de ritos. Todo esto es una gran tentación para mí y hago todo lo posible para capturarlo en imágenes”, dijo en una entrevista con Radio Bulgaria hace tiempo el fotógrafo y exhortó a despertar al patriotismo dormido en nuestras entrañas.

La larga relación profesional de Asén Velikov con el folklore comenzó cuando presenció por casualidad los festejos por el Día de San Lázaro en una aldea próxima a la capital Sofía, y se puso a tomar fotos. Las sucedieron muchas más ferias, conciertos, concursos de canto tradicional… Así como tantos y tantos retratos hermosos de mujeres, niños y familias búlgaras en trajes folklóricos, con rostros en los que se refleja el espíritu búlgaro.

Se pueden ver fotos de la aventura del fotógrafo aquí.