Estamos a punto de despedir un año difícil, abundante en acontecimientos inesperados y en cambios. Confinados o simplemente guardando una distancia física de seguridad, aprobando o no las medidas adoptadas contra el virus que sigue siendo igual de desconocido, mucha gente quizás esté pensando en el futuro a la espera de mejores perspectivas.
En cuanto a nosotros, los búlgaros, en festividades o en momentos difíciles, solemos recurrir invariablemente a las costumbres y prácticas rituales remotas. Tal vez de esta manera pretendemos sentir e imbuirnos del espíritu del modo de vida patriarcal, que parece mucho más ordenado en términos del sistema de valores, o probablemente lo hacemos con la ilusión de que los ritos en cuyo poder confiaban nuestros antepasados nos ayuden al menos un poco también a nosotros.
El último día del año saliente, Radio Bulgaria le recuerda las creencias y tradiciones asociadas con el cruce de la frontera entre dos años.
Lo que solían poner los búlgaros de antaño con presencia obligada en la mesa festiva, que ha de ser copiosa y rica, así como otros momentos importantes de la fiesta folklórica están presentados en el escrito “En la linde entre el Año Viejo y el Nuevo” del archivo de Radio Bulgaria.
La canción que les ofrecemos seguidamente está relacionada con la fiesta de San Juan Bautista (Enioven, en búlgaro), que siempre se celebra el 24 de junio, cuando la iglesia homenajea el nacimiento del predecesor de Cristo. Según las creencias..
Cuando el chico se convierte en hombre es el título de la muestra con la cual el Museo Nacional de Etnógrafa recuerda la vida en los cuarteles durante “aquellos 45 años”. Del 20 de junio al 20 de agosto la muestra puede ser vista en el antiguo Palacio..
El primer domingo después de la Pascua de Resurrección está vinculado con uno de los doce apóstoles de Jesucristo, el apóstol Tomás. Se denomina también Domingo de santo Tomás. La denominación tiene que ver con el día en que el Cristo resucitado..