Estamos a punto de despedir un año difícil, abundante en acontecimientos inesperados y en cambios. Confinados o simplemente guardando una distancia física de seguridad, aprobando o no las medidas adoptadas contra el virus que sigue siendo igual de desconocido, mucha gente quizás esté pensando en el futuro a la espera de mejores perspectivas.
En cuanto a nosotros, los búlgaros, en festividades o en momentos difíciles, solemos recurrir invariablemente a las costumbres y prácticas rituales remotas. Tal vez de esta manera pretendemos sentir e imbuirnos del espíritu del modo de vida patriarcal, que parece mucho más ordenado en términos del sistema de valores, o probablemente lo hacemos con la ilusión de que los ritos en cuyo poder confiaban nuestros antepasados nos ayuden al menos un poco también a nosotros.
El último día del año saliente, Radio Bulgaria le recuerda las creencias y tradiciones asociadas con el cruce de la frontera entre dos años.
Lo que solían poner los búlgaros de antaño con presencia obligada en la mesa festiva, que ha de ser copiosa y rica, así como otros momentos importantes de la fiesta folklórica están presentados en el escrito “En la linde entre el Año Viejo y el Nuevo” del archivo de Radio Bulgaria.
Para la Iglesia Ortodoxa Búlgara la familia cristiana es un pequeño templo donde a través del sacramento del matrimonio se bendice la concepción, la instrucción y la educación de los niños en la fe cristiana. En esta familia religiosa el hombre y la..
“No me prometas nada para mañana, hoy valoro cada minuto… Quiero una flor, pero la quiero ahora, porque mañana comienza desde hoy”, dice la letra de una de las más populares canciones de los años 90 del siglo XX titulada “Mañana comienza desde..
Se les llama próceres porque despiertan el espíritu búlgaro y el orgullo nacional. Encienden la chispa de la autoconciencia y la pertenencia a la comunidad búlgara, inspiran la fe y ahuyentan el desánimo, para unir a los búlgaros en la creación y..