Cuando uno alcanza la cumbre más alta y estirando la mano casi puede tocar el cielo infinito, el sol y las estrellas, es bueno volver atrás y recordar el camino repleto de vicisitudes y dolor que ha recorrido. Si uno es sincero y humilde se acordará de las manos invisibles que le han apoyado en los momentos de mayor agotamiento para poder seguir adelante.
Hola, queridos amigos,
Soy Madlén Radukánova y en 2021 gané el título olímpico de gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos en Tokio. La medalla es un reconocimiento para los años de arduo trabajo pero el auténtico premio me lo dio el público. Llevo en mi corazón un enorme agradecimiento hacia todas las personas que me ayudaron a llegar a la más anhelada cumbre en el mundo del deporte.
Con estas palabras la campeona de diamante ha declarado su Año de la Gratitud, en que se plantea llevar a cabo reuniones con un gran número de menores y adolescentes y convertirse al menos por un instante en su inspiradora. Madlén promete visitar cada mes un lugar distinto para motivar, apoyar, aconsejar, alentar sus sueños.
“Lo principal que les digo es que sean personas buenas y agradecidas porque hoy en día estas dos palabras son sumamente importantes, dice Madlen que ya ha estado de visita a las ciudades de Pleven, Aytos y Plovdiv y pronto se encaminará a Smolan. Los menores tienen la necesidad de ver a sus ídolos, estar en contacto con ellos y nosotros podemos compartir nuestra experiencia acumulada no solo en el ámbito del deporte. Hace falta transmitir el buen ejemplo a los niños”.
Madlén sabe mejor que nadie que esto es así. El trabajo con las chicas de oro de la gimnasia rítmica búlgara, la proximidad con las grandes maestras y campeonas Iliana Ráeva y María Petrova y el ejemplo de su padre, el futbolista Milén Radukanov, le dieron la fuerza de seguir adelante y alcanzar la cumbre olímpica.
“En la olimpiada desconocíamos el diagnóstico de mi pierna y pensábamos que se trataba de una leve inflamación, recuerda Madlén. Sin embargo, sentía un dolor muy fuerte. Después de la primera composición en las finales no me imaginaba cómo saldría para la segunda pero apreté los dientes y me dije que tenía que hacerlo ahora o nunca. Me di cuenta de que era el momento en que tenía que sobreponerme a mi dolor para que nuestra selección triunfara y para que el mundo viera que somos las mejores”.
¿Se imaginó la posibilidad de negarse a participar en los JJOO?
“No, esto era imposible. Hubiera salido incluso si me faltara una pierna”.
El día después de los JJ.OO., cuando uno despierta y se da cuenta de que nunca más pisará la alfombra como competidor llega el momento en que se da cuenta que su carrera ya ha terminado.
“Esta sensación no me ha causado tristeza porque esta etapa de mi vida ha terminado de la mejor manera, dice Madlén. Antes de la Olimpiada sabía que después de su término pondría el punto final a mi carrera deportiva. No siento tristeza por nada, a este deporte le he dado todo y me he llevado el máximo posible. Me siento feliz por el hecho de que ya no entreno en la sala”.
Las chicas de la selección búlgara de gimnasia rítmica siguen unidas. Una de sus ideas es que organicen clases de maestría conjuntamente. La primera tendrá lugar en Francia, y esperan que algún día organicen una también en Bulgaria, señala Madlén. Ella misma acaba de aprobar un examen de juez en eldeporte que practica y desea desempeñarse como entrenadora algún día. De momento goza de la libertad, de la adrenalina de la medalla olímpica y de las emocionantes reuniones con los niños.
“Probablemente cada una de nosotras continuará su camino en otro campo, lejos de la gimnasia rítmica porque tenemos distintos planes, explica Madlén. De momento tratamos de estar juntas porque creemos que así somos más fuertes y seguiremos haciendo las cosas que nos unen”.
Las cinco chicas de la selección búlgara de gimnasia rítmica se solidarizan con la tragedia en Ucrania y en su correspondencia personal insuflan coraje a las gimnastas ucranianas, que se han dispersado por el país con sus familias. Las gimnastas de la selección búlgara de diamante no excluyen la posibilidad de dirigir un mensaje de paz siguiendo el ejemplo de muchas estrellas del deporte mundial.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: Facebook / Madlén Radukánova
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