Cada día al menos dos niños en Bulgaria se quedan para siempre sin padres. La mayoría de esos menores de edad ni siquiera tiene la posibilidad de conocer a sus progenitores, ya que suelen ser abandonados en la unidad de neonatología del hospital respectivo tan pronto como sus madres les dan a luz. De esta manera ya desde su más tierna edad estos menores se ven forzados a arreglárselas solos, y su vida se va transformando en una permanente batalla por sobrevivir.

Pese a los esfuerzos desplegados por el Estado en descubrir a padres de acogida para los huérfanos sacándolos de las instituciones sociales, resulta excesivamente optimista la esperanza de que estos centros sociales puedan desaparecer hasta el año 2025. Esto es así puesto que la llamada desinstitucionalización que se realiza en este terreno, frecuentemente no provoca el cierre de estos hogares para niños privados de cuidados paternos, sino que los transforma en centros en que se queda casi el mismo número de menores. Pero ¿qué pasa con éstos cuando cumplen la mayoría de edad? Pues, abandonan estos centros y comienzan a vivir conforme las reglas que les dicta la calle. Se transforman en mendigos o delincuentes y así se convierten en una amenaza para la sociedad. Las personas que han abrazado por causa ofrecer asistencia a tales jóvenes lo saben y están acostumbradas a solucionar multitud de problemas distintos. La agresividad y la renuencia a hablar de esos jóvenes constituyen su mecanismo de protección más frecuente. Para que uno entienda el comportamiento y la mentalidad de los niños en riesgo, necesitará de tiempo y de mucha paciencia, dice Biliana Mladenova, de la Fundación de Cambio Social e Inclusión Social. Ofreceremos a continuación información sobre la labor de esta organización no gubernamental y su capacidad de emplear el emprendimiento social a los efectos de cambiar la vida de quienes soliciten asistencia.

La Fundación de Cambio Social e Inclusión Social funciona desde el año 2008.Desde aquel año nos hemos ido desarrollando en tres orientaciones. Nuestro programa “Hogar de oportunidades” tiende a ofrecer asistencia a jóvenes crecidos sin cuidados paternos. Se trata de una red de viviendas vigiladas que ofrecemos a estos jóvenes. Contamos, en total, con cinco viviendas de este tipo. Tres de ellas encuentran repartidas en las ciudades de Ruse, Varna y Burgás, y las dos restantes se hallan en Sofía. Espero que podamos abrir otras más, ya que hay otras ciudades del país en las que personas jóvenes necesitan de respaldo. Este modelo que empleamos también lo utilizan socios nuestros en los Balcanes. Otra de las orientaciones en que trabajamos es la que se centra en el desarrollo infantil temprano y en las comunidades vulnerables. De momento tenemos un centro de estas características en uno de los barrios periféricos de Sofía, poblado mayoritariamente por gitanos, y esperamos poder pronto abrir otros Allá atendemos a niños de 3 a 5 años de edad junto con sus familias. Se trata de nuestro programa educativo. La tercera orientación −que es un reto para nosotros− es el emprendimiento social en la que hemos invertido todo nuestro cariño y energía con la esperanza de lograr buenos resultados. Abrir un restaurante no es tarea fácil que se vuelve aún más ardua cuando en él vayas a trabajar con jóvenes de esos centros sociales quienes necesitan un trato más específico, dice Biliana Mladenova.

El restaurante, que inició su andadura como una empresa de catering, abrió sus puertas en Sofía en el año 2016 y en él se hacen pedidos de comida para el hogar o la oficina. La Fundación de Cambio Social e Inclusión Social se propone por medio del mismo cohesionar a un mayor número de personas en torno a su causa a favor de la vida mejor de los jóvenes privados de cuidados paternos.



Además de en el restaurante, la fundación ofrece empleo a esos jóvenes en el taller que tiene para producir jabones. La fabricación es fácil y está siendo asimilada con rapidez, y la producción se comercializa con igual celeridad. La gente se entera de las iniciativas de esta fundación por amigos o en las redes sociales, y se incorpora a aquéllas en aras de los niños y de su futuro más feliz y distinto.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo personal